El polvo de zanahoria es rico en betacaroteno, fibra dietética y diversos minerales. Sus principales funciones incluyen mejorar la vista, fortalecer el sistema inmunitario, ser antioxidante, favorecer la digestión y regular los lípidos sanguíneos. Su mecanismo de acción está estrechamente relacionado con la actividad biológica de sus componentes nutricionales.
1. Mejorar la vista
El betacaroteno presente en el polvo de zanahoria se puede convertir en vitamina A en el organismo y es una materia prima importante para la rodopsina, una sustancia fotosensible presente en la retina. La deficiencia prolongada de vitamina A puede provocar ceguera nocturna o sequedad ocular. Una suplementación adecuada de polvo de zanahoria puede ayudar a mantener una visión normal en la oscuridad y aliviar la fatiga ocular. Para quienes usan los ojos con frecuencia, como estudiantes u oficinistas, puede utilizarse como protección ocular adicional.
2. Mejorar la inmunidad
El betacaroteno puede promover la proliferación de linfocitos y la producción de anticuerpos, además de mejorar la capacidad fagocítica de los macrófagos. La vitamina A también contribuye al mantenimiento de la integridad de las membranas mucosas de los tractos respiratorio y digestivo, constituyendo la primera línea de defensa del sistema inmunitario humano. Estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo moderado de alimentos con betacaroteno puede reducir el riesgo de infecciones de las vías respiratorias, especialmente en niños y ancianos.
3. Antioxidante
Los carotenoides presentes en el polvo de zanahoria poseen potentes propiedades reductoras y pueden eliminar directamente los radicales libres, bloqueando la reacción en cadena de la peroxidación lipídica. Su capacidad antioxidante es 50 veces superior a la de la vitamina E, lo que puede reducir el daño al ADN causado por el estrés oxidativo y retrasar el envejecimiento celular. Experimentos in vitro han confirmado que el extracto de zanahoria puede reducir significativamente los niveles de marcadores de daño oxidativo como el malondialdehído.
4. Favorecer la digestión
Cada 100 gramos de zanahoria en polvo contienen aproximadamente 3 gramos de fibra dietética, que incluye pectina soluble y celulosa insoluble. La primera puede ablandar las heces y promover la proliferación de probióticos, mientras que la segunda estimula el peristaltismo intestinal para acelerar el vaciado. Para pacientes con estreñimiento funcional o síndrome del intestino irritable, consumir de 10 a 15 gramos de zanahoria en polvo al día puede aliviar los síntomas de distensión abdominal, pero es necesario beber suficiente agua para evitar las molestias causadas por la absorción de agua por la fibra y la hinchazón.
3. Regulación de los lípidos sanguíneos
La pectina presente en la zanahoria en polvo puede combinarse con los ácidos biliares, lo que promueve el metabolismo y la excreción del colesterol. Experimentos con animales han demostrado que, tras la suplementación con zanahoria en polvo en ratones con una dieta rica en grasas durante 8 semanas, sus niveles de colesterol total y lipoproteínas de baja densidad disminuyeron aproximadamente un 15 %. En personas con dislipidemia leve, se recomienda complementar la zanahoria en polvo con avena, cereales secundarios, etc.
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Hora de publicación: 29 de julio de 2025